En una ventana con vapor, en un cuaderno, en la pizarra, en una pared, sobre la arena, la piel, agregándolo en un sms o pegándolo en un e-mail… ¿Quién no ha dibujado nunca un corazón?
Con motivo del 14 de febrero este símbolo es el más representado en tarjetas postales, bombones, establecimientos comerciales, televisión, publicidad para transmitir el concepto de «ideal» del AMOR. Sin embargo, el mercado, al igual que la cultura marca nuestra manera de amar y ser amados.
Desde que nacemos hemos escuchado cuentos como los de Blancanieves, la Cenicienta, la Bella y la Bestia, la Bella durmiente que han servido para inculcarnos un modelo de amor. En todos estos casos siempre una pobre chica (por supuesto que con tipazo y guapísima) cae prendada por un valiente, fuerte, inteligente, independiente a la par que guapo muchacho. Tras superar el decidido y astuto príncipe algunas pruebas ambos se casan y la pobre chica a la que le faltaba «algo», deja de ser incompleta y es feliz. ¿A quién no le han contado el cuento? La realidad es que aprendemos a amar y de esta manera vamos interiorizando el modelo de amor dominante en nuestra sociedad: el amor romántico.
Y, ¿no sería mejor que las chicas fueran autónomas para defenderse sin necesidad de depender de ese príncipe azul ficticio?, ¿no sería mejor no depender de otra persona para sentirse segura? Cada persona debería poder desarrollar sus propias habilidades y potenciales sin atender a si es chica o chico, sólo a que es persona.
¿Por qué no puede haber chicas valientes y fuertes y chicos delicados?, ¿por qué la princesa nunca salva al príncipe? Porque los roles y estereotipos vienen marcados según seamos chicas o chicos. Según nuestro sexo, se espera que nos comportemos o que seamos de cierta manera (frágil o fuerte, sumisa o con iniciativa, etc.). ¿Se puede cambiar el modelo que tenemos para relacionarnos entre chicos y chicas en las relaciones de pareja? Claro que sí, de hecho, hemos aprendido el sexismo desde nuestra infancia, ¿por qué no aprender la igualdad?
Desde el área de Igualdad del Consejo de la Juventud de Navarra éste es el reto que nos planteamos de cara a construir relaciones igualitarias entre chicos y chicas. Dado que la violencia de género, problemática que afecta también a la juventud, tiene su origen en las relaciones desiguales entre ambos sexos, las que llamamos relaciones no horizontales, donde una de las partes tiene más poder que la otra. Son relaciones basadas en la dominación/sumisión, el chico ejerce el papel de dominador y la chica el de sumisión.
Guía de los buenos amores
Con el fin de fomentar los buenos tratos y prevenir la violencia de género en los noviazgos entre personas jóvenes, el CJN ha elaborado la «Guía de los buenos amores». Con esta publicación, impulsada desde el área de Igualdad, pretendemos poner en cuestión el actual modelo de amor romántico por ser sexista y no igualitario, desmontando sus mitos y ofreciendo pautas de reflexión para detectar si la relación amorosa en cuestión es sana o insana.
Asimismo, también se ofrecen una serie de síntomas para identificar la violencia de género distinguiéndola del amor y una relación de los diferentes tipos de violencia de género que existen.
Finalmente, se propone un modelo de amor saludable, igualitario, respetuoso y corresponsable como alternativa al actual modelo de amor romántico. Junto con un glosario y una relación de centros recursos que las personas jóvenes tienen a su disposición en relación a estas cuestiones.
La guía se ha editado en formato electrónico y estará disponible, en breve, en la página web del Consejo de la Juventud de Navarra: www.cjn-ngk.org