Las sociedades evolucionan, cambian los modelos de relación, de ubicación en el espacio de la ciudad; surgen nuevas demandas, nuevos retos y conflictos para los que debemos disponer de herramientas y metodologías que den respuesta a las realidades del siglo XXI.
Ante esta necesidad y la creciente respuesta social, con proyectos y programas innovadores, se recurre a legislar y encontramos la Ley 5/2012, de 6 de julio, de mediación en asuntos civiles y mercantiles que apuesta por la mediación como una forma de abordar los conflictos.

Cuando trabajamos en el ámbito comunitario comprobamos como la mediación es una herramienta que cuenta con un gran potencial, sin embargo también con innumerables limitaciones, lo que obliga a recurrir a otras metodologías y miradas de la disciplina de gestión de conflictos que apoye en la transformación de los conflictos comunitarios. Todos estos elementos se desarrollaran a lo largo de este curso de mediación comunitaria.

Personas destinatarias

El curso está destinado a todas aquellas personas interesadas en el abordaje de conflictos y la promoción de la convivencia en el ámbito comunitario, o bien que desarrollen su labor profesional en el mismo tanto desde la administración como desde el ámbito asociativo o privado.

Recuerda que si quieres inscribirte en el Ministerio de Justicia tienes que cumplir los requisitos mínimos de formación requeridos por el Real Decreto 980/2013, de 13 de diciembre, así como el aseguramiento a través de un contrato de seguro de responsabilidad civil o garantía equivalente a fin de cubrir los daños y perjuicios derivados de su actuación

Objetivo general

Formar a personas que adquieran los conocimientos necesarios para una intervención eficaz en la comunidad, fomentando y promoviendo acciones basadas en el diálogo que promuevan relaciones efectivas y desemboquen en la mejora de la calidad de vida de la ciudadanía

Objetivo específicos

Entender los procesos de formación y desarrollo de los conflictos en estos contextos.
Capacitar para la detección e intervención positiva en los conflictos.
Promover la convivencia a través de metodologías específicas para su desarrollo.
Completar la formación y dotar de herramientas efectivas a quienes ya trabajan e intervienen en la comunidad, y a quienes quieran hacerlo en el futuro.

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